La iluminación LED ha ido cobrando importancia de un tiempo a esta parte, y no es para menos. Lo cierto es que, a día de hoy, quien más quien menos cuenta con una bombilla LED en casa, y lo cierto es que aportan muchísimas ventajas en comparación con las bombillas tradicionales. Si has llegado hasta aquí es probable que estés valorando qué tipo de iluminación es la que mejor se adapta a lo que estás buscando, y no me cabe duda de que habrás oído maravillas de las luces LED, ya sea por su gran versatilidad o por su bajo consumo. Es evidente que pueden aportarnos muchos beneficios a lo largo de su vida, que es muy larga, pero el motivo por el cual te las estás planteando es porque, como todo en esta vida, también tiene sus inconvenientes.
Al haber adquirido tanta popularidad, son muchos los que se han pronunciado con respecto a las bombillas LED. He conseguido reunir en este artículo las principales ventajas y los mayores inconvenientes de este tipo de iluminación, ya que, aunque su uso comienza a ser el que más se recomienda en la mayoría de los casos, hay situaciones en las que todavía compensa utilizar una bombilla tradicional. Si quieres decidirte de una vez por todas, voy a darte toda la información que necesitas para que puedas valorar los pros y los contras de las bombillas LED.
Principales ventajas e inconvenientes de la iluminación LED
No es de extrañar que las bombillas LED hayan ido adquiriendo importancia de un tiempo a esta parte, ya que las ventajas que pueden aportar en comparación con la iluminación clásica son muchas y muy variadas. En general, suponen una calidad mucho mayor tanto en cuestión de luz como en cuestión de consumo, y eso es algo que, como consumidor, valorarás. Sin lugar a dudas, una de las principales ventajas de este tipo de iluminación es la eficiencia energética, ya que las bombillas LED pueden aportar más de cuarenta mil horas de iluminación, lo que quiere decir que son capaces de durar cuatro veces más que una bombilla normal. Esto supone un ahorro importante para el comprador, no solo porque vaya a ahorrarse el cambiar de bombilla cada cierto tiempo, sino porque, a raíz de dicha eficiencia, las bombillas LED consumen mucho menos que las bombillas clásicas.
Está demostrado que la iluminación LED puede llegar a consumir incluso un 50% menos de lo que consume una bombilla de bajo consumo, por lo que el utilizar este tipo de bombillas te garantizará un gasto casi nulo de energía. En relación a su escaso consumo, encontramos que otra de las ventajas de las bombillas LED es que son respetuosas con el medio ambiente, no solo por su escaso consumo sino también porque están fabricadas con muchos menos tóxicos que las bombillas fluorescentes, por ejemplo, que se componen eminentemente de productos químicos. Con respecto a su relación con el medio ambiente la verdad es que ganan de calle en comparación con las bombillas tradicionales: no contienen mercurio, no funcionan mediante radiación infrarroja, y producen menos CO2 porque son bombillas más eficientes.
Por otro lado, y en un sentido ligeramente más superficial, estas bombillas cuentan con la ventaja de ser muy versátiles. Las luces LED las encontrarás en múltiples formatos. No es necesario que te limites a las bombillas, ya que podrás encontrar paneles o tiras de luces LED que aporten originalidad y versatilidad a la iluminación de tu hogar. Además, la mayoría de estas bombillas te permiten modificar el color de la iluminación, por lo que el abanico de posibilidades que presentan ante ti es claramente más amplio en comparación con otras alternativas.
No obstante, no todo lo que reluce es oro, y está claro que no podían ser todo ventajas. Aunque las luces LED parecen constituir la panacea de la iluminación, tienen ciertas desventajas que también merece la pena conocer antes de decantarse por ellas. Para empezar, aunque a la larga aportan un ahorro significativo, la compra directa resulta más cara. Con esto quiero decir que las bombillas LED son más caras que las bombillas tradicionales, claro que yo, personalmente, no consideraría esto precisamente una pega, ya que lo compensan con creces.
Lo que sí consideraría un problema es que, la tratarse de luces direccionales, no son idóneas para iluminar zonas amplias. Si estás pensando en iluminar un espacio muy grande, lo cierto es que las luces LED no parecen ser la mejor opción, ya que no iluminarán tanto como deseas y tendrás que recurrir a muchas bombillas de estas características. Además, no soportan bien las temperaturas elevadas, por lo que no es recomendable utilizarlas en exteriores en los que vaya a hacer mucho calor asiduamente.
Desde mi punto de vista, las ventajas de estas bombillas superan con creces sus inconvenientes. No obstante, no deja de ser verdad que debes optar por el tipo de bombilla que mejor se adapte a lo que estás buscando, y si, teniendo en cuenta sus ventajas y sus desventajas, encuentras que no pueden ser las más útiles para lo que estás buscando, debes optar por otra opción. En general, si buscas una iluminación para tu casa o tu oficina, las bombillas LED pueden ser la opción más inteligente y rentable a largo plazo, por lo que son altamente recomendables. Si quieres cuidar del planeta y de tu bolsillo, dales una oportunidad.