Los tubos fluorescentes han sido siempre el tipo de iluminación más utilizada en algunas estancias de los hogares, como es el caso de las cocinas o los garajes. A día de hoy, es cada vez menos sorprendente encontrar a personas que se animan a cambiar tubo fluorescente por LED, de manera que puedan permitirse ahorrar una cantidad de dinero mes a mes y también disponer de una iluminación más eficiente que, para colmo, ayuda a preservar mejor el planeta.

Ventajas de cambiar tubo fluorescente por LED

Como ya debes saber, los tubos fluorescentes están rellenos de una pequeña cantidad de gas conocida como argón junto a mercurio. Además, el tubo tiene un recubrimiento interior que está elaborado a partir de productos químicos que se encargan de la absorción de la luz ultravioleta, con la finalidad de emitirla de nuevo, pero esta vez, visible. Esto hace que debas tener especial cuidado a la hora de retirarlos, especialmente si se han roto.

Una de las mayores ventajas de los tubos LED es que carecen de estos componentes que, entre otras cosas, son contaminantes. ¿Sabes que un solo tubo roto puede llegar a contaminar hasta 30.000 litros de agua? En los LED esto no sucede, ya que carecen de mercurio en su interior.

Además, son direccionales, como no lo son los tubos fluorescentes. Esto quiere decir que cambiar tubo fluorescente por tubo LED te garantiza que la luz será mucho más eficiente, puesto que no estará emitiéndose en todas las direcciones, sino que estará focalizada hacia puntos en concreto, haciendo que no sea necesario precisar de reflectantes para aprovechar la luz que se va hacia el techo, como sí sucede con los tubos de luz tradicionales.

Otra de las ventajas más importantes y que más gustan a los usuarios de los tubos LED es que su encendido es instantáneo. Esto significa que no tendrás que volver a vivir los segundos de indecisión del tubo fluorescente mientras se calienta para encenderse, sino que la luz se encenderá de manera inmediata.

Por otro lado, los tubos LED tienen una vida útil que se prolonga hasta las 50.000 horas, cosa que no sucede con los tubos tradicionales, que se quedan en unas 10.000 horas de vida útil. Cambiar tubo fluorescente por LED también implica que son mucho más resistentes a los golpes o las vibraciones, por no hablar de que son desmontables y fácilmente reparables. También es importante señalar que los tubos LED consumen mucho menos que los fluorescentes.

Cómo cambiar tubo fluorescente por LED

A la hora de cambiar tubo fluorescente por LED será necesario que compruebes que el cableado de la lámpara es correcto. Para ello, te recomendamos que elimines la reactancia y el cebador y que enchufes directamente los dos cables de la red eléctrica a las patas del extremo de un tubo.

Para ello, tendrás que seguir unos pasos, siendo el primero que tendrás que apagar el equipo y estar perfectamente seguro de que no le llega corriente. Luego, tendrás que quitar el tubo fluorescente y eliminar, como te hemos dicho, la reactancia y el cebador. Una vez hayas hecho esto, conectas la fase a un extremo del portalámparas y el neutro al otro extremo de la misma.

Cuando hayas hecho todos los pasos anteriores, será el momento de comprobar que se enciende como debería. Este proceso puede realizarse sin necesidad de eliminar el cebador y la reactancia, pero nosotros te aconsejamos que lo hagas, ya que son elementos innecesarios para nuestra instalación.

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