Conseguir agua caliente sanitaria es una tarea sencilla si cuentas con un termo o calentador eléctrico en tu vivienda. No precisan de instalación de gas natural, pero al depender de manera directa de una resistencia conectada a la red eléctrica disponible en el domicilio, puede darse el caso de que consuma demasiada energía, especialmente si no hacemos un uso eficiente y responsable del aparato.
Analizando la factura energética podrás darte cuenta de que una parte significativa del coste total está destinada a la producción de agua caliente sanitaria. Poder reducir el consumo de energía eléctrica que hacemos a través de nuestro termo es posible consiguiendo, así, que podamos ahorrar en la factura de la luz. Sólo necesitas poner en práctica estos consejos que te traemos:
Elige un termo eléctrico que cuente con la máxima eficiencia energética
Algunos de los nuevos modelos de termos eléctricos disponen de una función inteligente a través de la cual el aparato aprende los hábitos de uso de agua caliente que los usuarios del domicilio realizan. Esto le sirve para prever cuándo alguno de los habitantes de la vivienda necesitará agua caliente sanitaria y, por tanto, adecuará su consumo con precisión a sus necesidades. Con esto se consigue que se realice un consumo de energía mucho más eficiente, lo que supondrá un significativo ahorro en la factura que podría llegar hasta el 20%.
Además, será necesario buscar siempre el termo eléctrico que cuente con una calificación de eficiencia energética que sea cercana a la A.
Buscar el termo con el aislamiento más optimizado
Las capas aislantes se sitúan entre la carcasa y la cuba del termo eléctrico, haciendo que se retrase de manera considerable la pérdida de calor que tiene el agua. Esto tendrá como resultado que el termo evitará trabajar en exceso, por lo que su consumo de energía será menor y podremos reducir el gasto.
Bajar la temperatura a la que tengamos el termo
A la hora de entender cómo ahorrar con un termo eléctrico, tenemos que plantearnos la temperatura a la que nos interesa que caliente el agua. Cuanto más baja sea esta, menos consumo energético estará produciendo el termo o calentador y, por lo tanto, menos subirá el precio de nuestra factura relativa al uso del aparato.
Los termos programables son siempre una buena opción
En el mercado es fácil encontrar modelos baratos y eficientes de termos eléctricos que se puedan programar. Que el termo disponga de un programador te permitirá que elijas la hora del día o la semana a las que quieras que el aparato funcione, de igual manera que podrás seleccionar la temperatura que quieras.
Es posible que ya tengas un termo eléctrico que no sea programable y que no te estés planteando renovarlo porque sigue en condiciones de uso óptimas. En tu caso, entonces, siempre podrás añadirle un temporizador digital, un mecanismo fácilmente acoplable a tu aparato y que te permitiría disponer de funciones de programación similares a las que te hemos mencionado anteriormente.
Apagar el termo eléctrico para ahorrar, ¿sí o no?
Es muy amplio el debate de si apagar el termo servirá para que el consumo energético descienda o no. Lo cierto es que dependerá del uso que le des al aparato. Si vas a utilizar el termo de manera continua a lo largo del día, no sería eficiente estar apagándolo y encendiéndolo cada vez que vayas a darle uso, porque lo único que estarás consiguiendo es que el termo se vea obligado a volver a calentar el agua cada vez que lo enciendas. Para esa situación, sería mejor que utilizases un termo programable como los que te hemos explicado en el punto anterior.
Por otro lado, si vas a pasar un largo periodo fuera de casa por vacaciones o cualquier otro motivo, sí que sería una buena opción y, de hecho, la mejor, que lo apagases. De esa manera, conseguirías ahorrar durante ese tipo. Esto también sirve en el caso de que te duches por la mañana y no vuelvas a casa hasta por la noche, donde podrás apagar el termo tras la ducha matutina y encenderlo, si es necesario, cuando regreses al domicilio.